viernes, 7 de mayo de 2010

La sangre: Círculo de angustia V, VI, VII, VIII (1948)

V

Mi sangre me pide venas
para poder esparcirse,
que ya merece sentirse
libre de tantas cadenas.
Y es porque en ella mis penas
su origen han encontrado;
por eso la han desbordado,
y el cuerpo ya no retiene
el torrente que contiene
dolor con sangre mezclado.

VI

Mi sangre es lo que me quema;
vidas ha la llevo adentro;
en mí coaguló su centro:
yo soy su sangriento tema.
Es en mí su fuerza extrema;
antes de nacer, me hizo;
y nací bajo su hechizo;
viviendo me he desangrado...
Todo en el mundo he probado,
y mi sangre me deshizo.

VII

La inquietud no me rodea;
adentro de mí la llevo;
cada instante la renuevo
y es mi sangre quien la crea.
Mas aunque mi esencia sea,
ella es mi peor enemiga:
es la lumbre que me obliga
a estar alerta durmiendo,
y, muerta, a seguir viviendo
dolor que nada mitiga.

VIII

Mi sangre entraña misterio:
de eternidad fue formada,
y aunque hoy esté aprisionada
en venas de cautiverio,
eterno será su imperio,
pues la inquietud no termina.
La sangre siempre domina,
que antes de estar en mi ser,
ya fuego debió de ser
esta sangre que me anima


La sangre es la protagonista de estos fragmentos, es un flujo de emociones, un flujo tan fuerte que inquieta. La sangre es vida y es la vida la que nos permite sentir, sentir cosas felices, tristes, dolorosas…

Sin vida no habría inquietud, sin vida no habría dolor, sin sangre no habría vida…

La sangre impulsa, la sangre quema...

Pita Amor hace un paralelismo entre la vida y el sufrimiento, un reclamo a la sangre por mantenerla con vida aun cuando siente que se le sale y que eso la está destrozando…

1 comentario:

  1. Saludos. Quería preguntar: ¿seguro que esos versos no son del poemario de 1946 "Yo soy mi casa"? Si tiene el libro, me podría indicar las páginas exactas. Agradezco su pronta respuesta.

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